Mantilla Conformada en Horma. Nuevo Montaje para nuestras Madrinas

 


Mantilla conformada en horma en nuestro atelier


Mujer con Mantilla. Picasso

El uso del velo femenino tiene un origen remoto ligado a un símbolo de modestia y respeto. En nuestro país la mantilla fue una constante en el vestuario femenino entre los siglos XVI y XIX quedando en éste último regalada en favor del sombrero. Hasta mediados del s. XX las españolas acudían a misa con velo o mantilla siempre en negro. Esta costumbre se ha extinguido, aunque la mantilla ha llegado a la actualidad ligada a ocasiones muy especiales en algunos lugares de España . Sevilla mantiene viva la tradición de la mantilla, la negra en Semana Santa y la blanca para acudir al palco de la Maestranza durante la semana de la Feria de Abril.

Esta tradición de mujeres de la alta sociedad con mantilla la podemos ver reflejada perfectamente en el Arte, pintores como Goya, Madrazo, Julio Romero de Torres, Sorolla o incluso Picasso, dieron cuenta de esta realidad en España en sus obras.

Doña Isabel de Porcel. Goya

Hasta finales del s. XVIII, las mantillas se confeccionaban con distintos tejidos, colores y decoraciones pero paulatinamente la moda impuso piezas de encaje y exclusivamente blancas o negras montadas sobre tul. La labor de encaje se disponía en el borde de la pieza o a modo de volante. No debemos olvidar que durante el Siglo de las Luces se produjo la gran eclosión del encaje, fue una moda que causó furor siendo los más apreciados las blondas francesas y los de Bruselas, aunque también en España se elaboraban de gran calidad, sobre todo en Valencia y Cataluña.


Reina María Luisa con Mantilla. Goya

Muchas de estas mujeres que vemos representadas con su mantilla, se aprecia que la sujetaban, para que tuviese altura y le diesen ese porte elegante al conjunto, con peinetas de concha o nácar ricamente talladas. Además, muchas de ellas también la adornaban con unos apliques que aportaban luz y color a la composición con su cara y pelo, como podían ser los arreglos florales o las lazadas


Duquesa de Alba con mantilla. Goya


Mujer con mantilla. Julio Romero de Torres


Mujer con mantilla. Sorolla


Retrato de su mujer con mantilla. Sorolla

Actualmente, en España hay una tradición con un protocolo de lucir mantilla negra con peineta para la madrina en bodas religiosas de cierta etiqueta. Sólo podrá lucirla ella, pero en el caso de que la novia decida llevar mantilla que sería blanca, su uso sería exclusivo, no pudiendo llevarla la madrina.

Como la colocación de la mantilla con la peineta requiere de bastante destreza y un peinado consistente colocando el pelo en un recogido bajo muy consistente para que aguante el peso de ambas cosas durante la ceremonia de la boda y somos conscientes de lo engorroso que esto puede resultar, ya que normalmente hay que tener ayuda externa para que os coloque todo el conjunto y luego te lo vuelvan a quitar para el banquete, hemos querido proponer una solución sencilla, elegante y muy favorecedora para lidiar con estos contratiempos ese día, por lo que os presentamos la posibilidad de lucir vuestras mantillas hormadas en nuestro atelier.


Os ofrecemos esta posibilidad trabajando con vuestras mantillas, ya sean mantillas nuevas o antiguas. Para realizar un montaje como este, primeramente se procede a realizar la horma, totalmente artesanal, en tejido de seda negro y entretela de sombrerería sobre la que se realizará el montaje. Una vez tengamos lista la horma, realizaremos una peineta artesanal alambrada y forrada con hilo de seda negro que será la que se sujetará en vuestro cabello, todo esto será una estructura super ligera que no aportará peso al resto del montaje.

Teniendo lista la horma con la peineta, procederemos a trabajar sobre vuestra mantilla. Está parará por un proceso de entolado de la misma en la parte superior para dotar de mayo cuerpo y rigidez en esa zona al encaje. Una vez realizado este proceso, se comienzan a conformar los pliegues de la mantilla sobre la horma para que cree el efecto de peineta solo con el tul y la blonda, que se reforzarán con unas sutiles estructuras alambras forradas con hilo de seda. Por último, todo el conjunto se coserá con pequeñas puntadas invisibles a la estructura de la horma para quedar dispuesta en la posición de la blonda arrebolada alrededor de la cara.

La ventajas de este montaje de las mantillas es que se las puede colocar fácilmente la madrina sin ayuda, no hace falta que el peinado que se lleve sea un recogido consistente, ya que puede colocarse con el pelo semirecogido o suelto, y para las mantillas que sean antiguas, será mejor la conservación del tejido, ya que no habrá que manipularlo con horquillas o peinas que puedan ocasionar agujeros en el mismo.











Ejemplos de diferentes tipos de apliques florales y de lazadas que podemos realizar en nuestro atelier.

Por último señalar, que las mantillas realizadas con este montaje, se pueden acompañar sin ningún problema con sus decoraciones tradicionales, como pueden ser broches antiguos u apliques joya en la parte trasera, así como arreglos florales, ya sean en seda, plumas, etc. que os podemos realizar a medida en nuestro taller. También podréis completar vuestros conjuntos con nuestros guantes largos de antelina a tono o nuestras carteras. Y si tenéis cualquier duda, solo tenéis que consultarnos.





Bibliografía:


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